Bajo estricto protocolo sanitario siguen en el Autódromo de Oberá las pruebas de los pilotos del Misionero de Pista.

Ayer, miércoles, Walter Rodríguez giró con el Ford de Santy Viana y la Chevrolet de Lucas Torres, poniendo a punto los mismos, pensando en el inicio del Campeonato Misionero de Pista 2020.

Walter Rodríguez, junto a Diego Torcasso, son los responsables de la atención de los dos autos, que ahora se atienden en San Vicente.

Luego de la prueba Rodríguez comentó: «Con respecto al auto de Santy Viana, me sorprendió el potencial del motor. Pudimos corregir la ida de cola y aceptó positivamente los cambios que le hicimos al auto. Más allá de los inconvenientes con la adherencia en pista, tuvimos un día de prueba más que positiva».

«Con el auto de Lucas Torres obtuvimos los mismos resultados, ya que desarmamos íntegramente ambos autos y los dos respondieron favorablemente a los cambios que le hicimos», agregó.

A la hora de hacer un balance, el ex campeón del TC del Nordeste B, dijo: «Estamos muy contentos y conformes, esperando que los pilotos puedan subirse y ultimar detalles, pensando y esperando la reanudación del Campeonato».