Los obereños Alan y Rodrigo Casco entrenaron hoy en el Autódromo de Oberá por primera vez con un auto de la Clase 2 del Misionero de Pista.
Cumpliendo con todos los protocolos los hermanos, que apuntan a estar en la categoría en la próxima temporada, entrenaron sobre el VW Gol de la familia Mattive.
Cristian, Juan Pablo y Valentino Mattive guiaron a los hermanos Casco en cada salida a pista. Alan hizo 22 vueltas y Rodrigo completó 16 giros bajando sus tiempos en cada tanda.
“Me cuesta describir con palabras el hermoso día que tuve en el autódromo de Oberá, un recuerdo que quedará grabado en mi memoria por siempre. Solo me queda agradecer a mi mamá, papá, hermano que siempre me acompañan y apoyan en todo. Al equipo Mattive Racing (Christian, Juampi y Valentino) por guiarme en cada salida a pista y a los amigos Valentín Paiva y Matías Cardozo por hacerme el aguante durante toda la prueba. Soy un agradecido y agradezco a la vida por hacer lo que tanto me gusta”, describió Alan luego de la prueba.
Por su parte, Rodrigo explicó que “se siente el salto de potencia, es empezar de cero, por suerte los chicos del Mattive Racing nos ayudaron un montón y ahora hay que empezar a trabajar en conseguir el presupuesto para estar el año que viene”.
