La familia Bunine quiere armar una Fiesta en el Misionero

El Bunine Sport siempre trae novedades y este año no será la excepción para el rally Misionero.

Es que en el taller de la familia Bunine en El Soberbio se esta terminando de armar un Ford Fiesta Max para que Gabriel Bunine lo corra en el Grupo A del Misionero de Rally.

“El auto fue armado íntegramente desde cero en nuestro taller con todos los elementos comprados acá, para nosotros es un orgullo poner un auto nuevo en el Misionero con mano de obra misionera”, explicó Gabriel Bunine.

“Desde la jaula que la hizo Hernán Pinto hasta el último elemento se hizo acá en El Soberbio, nos vamos al Grupo A, y la idea es ir a probarlo en los próximos días más que nada pensando en el año que viene, porque si se corre este año será para desarrollarlo”, agregó el piloto de El Soberbio.

Bunine seguirá con Daniela Dietze de navegante y será la segunda vez que se suba a un Fiesta, ya que en el 2016 corrió con un Fiesta en la Clase N3.

Bunine corrió 4 carreras en el Grupo A con un Renault Clío Williams. Además, corrió 9 carreras en la N3 logró 1 victoria y venció en 3 etapas y en 2 súper. Su historial se completa con otras 3 carreras en la N2, 2 carreras en la N7, 7 carreras en la Clase 2 y 1 en la Clase 3

Más novedades

Pero el Fiesta Max de Bunine no será la única novedad que llegará desde El Soberbio. El Bunine Sport se encuentra en la búsqueda de un casco de Fiesta Kinetic para armar un nuevo auto para que debute Cristian Fernando Da Rosa en la Clase N2 o N3.

Da Rosa tiene antecedentes de correr en la categoría Estándar Senior del Misionero de Karting de Tierra en el equipo DRS de Leandro N. Alem y ahora quiere saltar al rally.

“Estamos buscando el casco la idea es armar otro auto igual al mio y hacer equipo con los dos autos en el provincial, así que por suerte se va flexibilizando la cuarentena y eso nos permitió seguir trabajando, más allá de que nosotros nunca paramos, porque en la fase 1 estuvimos arreglando patrulleros y ambulancias acá en El Sorberbio”, recordó Bunine, quien fue uno de los mecánicos solidarios que tuvo la AMPyNaR en la cuarentena.

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