El piloto Horacio Alberto Pérez (47 años), más conocido como Seudónimo Toro, falleció ayer víctima del cáncer. Sus restos fueron sepultados hoy en el cementerio Tierra de Paz y dejó un gran vacío entre todos los que lo conocimos en el mundo del rally.
Toro, como todo lo conocíamos en el rally misionero, comenzó a correr con su amigo “Seudónimo Fantasma” dentro de la Clase N6 y rápidamente se hizo querer en el ambiente por su andar bonachón y por siempre tener una sonrisa, pese a cualquier problema que podía ocurrir en el camino.
El binomio Fantasma-Toro hacía 1100 kilómetros, desde Buenos Aires, donde tenían sus compromisos laborales, hasta Misiones, para venir a compartir un fin de semana de rally con los amigos. Disputó 6 carreras como navegante.
Cuando tuvo que armar su equipo para correr como piloto no dudó en ponerle el nombre en homenaje a sus amigos, los del barrio de la zona oeste de Posadas, los del rally, los del padel, y los de la vida y así nació ‘Los Amigos de Siempre Rally Team’. Corría sin auspiciantes, con la ayuda de los amigos de siempre, que también colaboraban en la asistencia y solo con el escudo de River, equipo del cual era fanático. Era tan fanático que debajo del buzo siempre llevaba la camiseta de River Plate.
Pasó a la butaca de piloto donde se divirtió manejando junto a su amigo inseparable Gustavo Wolhein, con quien tuvo miles de anécdotas pese a correr solo 10 carreras juntos.
Primero lo hizo en el viejo VW Gol cuadrado y después estrenando un Gol de nueva generación, del cual estaba orgulloso. Corrió 10 carreras como piloto, ganó una etapa y subió dos veces al podio, la primera en la fecha compartida con el Sudamericano y la segunda en Alba Posse. Todo en el 2019.
En el mejor momento de su corta carrera deportiva recibió un golpe muy fuerte: fue diagnosticado con cáncer y empezó a realizar un tratamiento que lo alejó del rally.
Siguió adelante y siempre pensando en volver a correr y en jugar al padel, su otro deporte. Es más había mandado a hacer a nuevo su VW Gol para cuando se habilitará la competencia volver a disfrutar de un fin de semana con amigos y comiendo empanadas fritas, que tanto le gustaban.
Pero su gran y generoso corazón no aguantó y falleció ayer en el Hospital Ramón Madariaga de Posadas. Sin dudas que su partida deja un gran vacío en todos los que te conocimos.
Y si bien hoy ‘Los Amigos de siempre’ lloramos tu partida, siempre te recordaremos como esa sonrisa bonachona y con alegría como te siempre pediste que te recordemos. Adiós querido Toro.